El examen suicidio del viernes me está matando. Añadiendo el del chino del viernes que viene y el de japonés (qué más quisiera yo en realidad, que tener un auténtico examen de japonés) el martes. Esto va viento en popa (no corta el mar, sino vuela).
Estoy más irascible y borde de lo normal. Mi paciencia sigue desaparecida.
Últimamente unas cosas se superponen con otras y acabo inventándome nuevas matemáticas y confundiendo voces inconfundibles.
Necesito una buena dosis de Christian y/o House.
Y hoy tengo más ganas de piano que nunca.
1 comentario:
Y yo tengo ganas de que llegue la tarde del viernes para dormir horas y horas y horas xD
RELAXION!
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