Dame más razones con hielo

Tres. Van casi tres y sigue sin acostumbrase a su ausencia. Cada día la echa más de menos. Quiere volver. Sentir la esencia de aquel lugar otra vez, pero al mismo tiempo, tiene miedo. Ya no sabe que hacer para olvidar. Sigue teniendo la sensación de estar en una pesadilla y que tarde o temprano va a despertar. Que podrá coger el teléfono y llamarla. Abrazarla. Pasar con ella media quincena de Septiembre.
Todos esos deseos son una puñalada tras otra. Profundas. Demasiado hirientes. En más de una ocasión, ha pensado lo que ha ido en contra de sus principios desde que tenía conciencia, sumergirse en el veneno del alcohol para que el veneno que recorre su cuerpo no la consuma antes de tiempo.














Un beso y una flor. Un te quiero, una caricia, y un adiós.

Crazy moon

- ¿Qué es lo que opinas de la luna?
- ¿Perdona?
- ¿Crees que es un trocito de magia que sale cada noche hasta en los peores momentos para recordarnos que el próximo es un buen día en potencia?

Mune no hitoshizuku iya namida sotto nagareteru.

Llevaba días encerrada en la oscuridad de su habitación. No tenía ganas absolutamente de nada. Una botella de ron, su locura y la leve luz de las estrellas eran sus acompañantes. Harta de todo. Esa noche decidió salir. Cuando la casa quedó despejada y todo se habian retirado a dormir, salió a hurtadillas de la habitación. No quería que nadie la oyera. No queria hablar con nadie. Su vida se había convertido en una auténtica pesadilla. Deseaba que alguien la pellizcara, la zandarease, la abofeteara o la gritase si eso la despertaba. Con aquellos pensamientos había llegado al jardín trasero. Suspiró. La luna menguante parecia reirse de su patetismo. Subió al árbol como siempre hacia cuando queria estar sola y pensar. Apoyó la espalda en el tronco del árbol, mientras que estiraba las piernas en la gran y gruesa rama. El viento empezó a soplar ligeramente. Recostó también la cabeza y cerró los ojos.

Frustración

Ha sido inútil. Inútil y patético. Paso la línea de la idiotez y de la imbecilidad con creces. Es.....frustrante. Asi que he decidido quedarme con la cabeza fuera del agujero apoyada con los brazos cruzados, y encima de estos mi barbilla. Que le peten al mundo.

Cicatrices.

Me pregunto cuánto tiempo ha pasado desde que me cogiste la mano con suavidad.
Ese tipo de escena ha venido de alguna manera a ganarse un lugar profundo en mi corazón ahora.
Me pregunto desde cuándo me volví incapaz de decir las cosas importantes honestamente.
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Siempre que siento mi propia debilidad, siento también tu calidez
Espero que esta canción resuene, que te alcance, y los sentimientos no han cambiado y están sin adornos
Si llega el momento en que algún día proteja a alguien, espero recordar tu mano
A pesar de que nunca muestras a la gente tu dolor o tu tristeza
Tú me hiciste reír un poco ya que mi debilidad es similar a tu propio dolor













La eternidad no existe 

Be with you

Estaba a punto de acabar otro año de piano, y como siempre dar el concierto de finalización. El último solfeo se le resistía. Maldijo por lo bajo. Y golpeó un par de teclas a mala leche. 

Antes de meter las llaves en la cerradura de la puerta, escuchó el dulce sonido del piano, de pronto una nota mal tocada, y frustración sobre un par de teclas. Minutos después, la misma melodía volvia a salir de aquel instrumento. Con sumo cuidado de no hacer el más mínimo ruido, entró. Allí estaba, al lado de la ventana sentada al piano. Había echado de menos aquella hermona imagen durante medio año. Se apoyó en la pared de brazos cruzados mientras la observaba.

Volvió a intentarlo desde el principio. Suspiró y colocó las yemas de sus dedos en aquellas frías teclas, blancas y negras. Al llegar a aquella parte, abrió los ojos. Nuavemente sus dedos patinaron. 
- No los abras - dijo una voz a sus espaldas - siente esa parte como sientes todas las demás. Y no tengas miedo a equivocarte. Sólo así lo conseguirás. 
Como si de un resorte se tratara, su cuerpo dio un giro de 180º grados. Allí estaba. Apoyado en la pared, observándola. 
Apenas pudo articular su "bienvenido" 
- Estoy de vuelta - sonrió el chico quitándose de la pared.
Sin poder remediarlo, corrió hacia él y saltó para que la cogiera entre sus brazos. 
- Ey, pequeña - susurró mientras la recibía mientras notaba que le abraza con todo su ser - tranquila - intentó tranquilizarla mientras la tocaba el pelo con una mano, ya que ella se había acomodado en su hombro; y con la otra la sujetaba. 
Se separó de él un poco, y lo besó. Necesitaba sentirlo. Que su olor inundará el aire que respiraba, que sus manos recorrieran su cuerpo, ver sus ojos al despertar, mientras amanecía entre sus brazos. 
Al separarse, le miró, todavía no se podía creer que estuviera allí. De vuelta. Recogió su flequillo entre los dedos índice y corazón, dejando su mano en su mejilla inmóvil, mientras el pulgar acariciaba su rostro. 
- ¿Por qué no me avisaste? - preguntó
- Quería darte una sorprensa - respondió - espero que te haya gustado
Sin que se lo esperara, si quiera, volvió a besarlo. Intensificó todo lo que pudo ese beso, mordiéndolo, jugando con sus labios, con su lengua; marcándolo con su saliva. 
Se impulsó un poco hacia abajo para que la bajará. Sin despegar sus labios, sus manos sacaron fuera del pantalón la camisa blanca que él llevaba. Una vez fuera, sus manos se quedaron pegadas a su pecho.

No se esperaba aquel último beso. Le pillo totalmente de sorpresa, pero la correspondió. En ese momento, la necesitaba más de lo que se hubiera esperado. Notó que se había impulsado hacia abajo por lo que la bajó. Las manos de ella, empezaron a tirar de la camisa de los pantalones negros que llevaba, para poder sacarla fuera de ellos. La separó un poco de él y la obligó a mirarle a los ojos. Con un brazo rodeó su cintura pegándola a él, con la mano libre, alzó su barbilla con su dedo índice
- ¿Estás bien? - preguntó 
- Te quiero - contestó - Y no tienes ni idea de cuanto te he echado de menos - acabó - Hazme tuya. Déjame ver las estrellas y no te alejes de mi esta noche. - pidió en un susurro. Pero en ningún momento apartó sus ojos de los claros del chico
Aquello le desbordó por completo. Él también la habia necesitado
- No tanto como yo - respondió - Te haré ver las estrellas, el cielo o el infierno, si es lo que quieres; pero en ningún momento dudes de que eres mía. Sólo mia. 
Pegó sus labios a los de ella, y la cogió en sus brazos, sin el más mínimo esfuerzo. Llevándola a la habitación, donde la luna llena sería testigo de su amor.

Ashita no kioku.

La primera experiencia de separación en mi vida, fue la muerte de mis padres. Mientras mi padre dejaba la casa, me dio la última palmada en la cabeza, recuerdo preguntarme el por qué lo hacía. Lo encontré extraño. La separación es una parte indispensable de la vida. Amor no corrrespondido, despedirse de los amigos. Y también, la muerte.  Aunque la separación puede ser predicha, también puede ser repentina. El final de los encuentros es sin duda, la separación.
La despedida seguro vendrá. En cualquier momento. Así como hay despedidas tristes,  hay despedidas para partidas y despedidas para frontar el futuro. Y, lo sabemos. La única certeza es que la separación fortalece a las personas.

-Code Blue (Aizawa Kosaku) -

No siempre tiene que haber una despedida, quiero decir; cierto es que el final de un encuentro es ella misma, pero no una separación completa. Después de ese encuentro, vendrá otro acompañado de su despedida y así sucesivamente, o por lo menos es lo que yo quiero creer. Quiero creerlo, porque me encuentro con las personas que quiero, por eso no quiero separarme de ellas. Creo que es una de las cosas que más me atormentan en esta puñetera vida. ¿Qué soy idiota? Sí, lo sé. Pero ya vengo defectuosa de fábrica.Quiero creer, CREO, que después de todo lo que se "debe" tras una amistad, todos los momentos compartidos, todas las situaciones vividas, la distancia no es más que kilometros añadidos, que debemos recorrer para poder disfrutar de otro encuentro al lado de la persona querida.
Prometo disfrutar de la gente que ocupa mi corazón, ya esté en la punta de este país o en la punta del mundo, porque eso no es una separación eterna. La única separación que no podremos remediar, la muerte. Disfruta de lo que tengas y no lo dejes escapar. O puede que sea demasiado tarde.

Cero a la izquierda.

Cuando llegó a casa, vió sus llaves en el llavero. La verdad que se le habia hecho un poco tarde con el rollo de los preparativos del concierto.
La vio tirada en el sofá boca abajo, con los pantalones del pijama como siempre, con los pies cruzados en el aire, y escribiendo. Recordaba que le había dicho que la tocaba inglés, por lo que supuso que estaría haciendo ejercicios.
No había levantado la vista para saludarle, ni se había tirado encima de él como hacía tantas otras veces. Algo iba mal.
- Bienvenido - dijo al fin girando la cabeza y sonriendo.
Su sonrisa había sido forzada, y sus ojos esaban hinchados y rojos. Suspiró. Se acercó a ella rodeando el sofá, se puso de cunclillas y con una mano alzó su barbilla para obligarla a mirarle-
- ¿Qué ha pasado? - preguntó
Ella evitó sus ojos. Y se separó de él.
- Nada, sólo estoy un poco cansada - cotestó recogiendo las cosas
Se levantó, cogió las cosas y se metió en la habitación. Él la vio marchar, se levantó y suspiró. 
Salió ya con la parte de arriba del pijama
- ¿Quieres que te prepare algo? - le preguntó
- No te preocupes - contestó yendo hacia ella - más bien debería preguntarte eso yo a ti - se encontraba justo detrás de ella.
- No me apetece nada - dijo esquivándole por el lado derecho - me voy a la cama - informó - no tardes ¿vale? - puso su mano derecha sobre su pecho, se empinó un poco para posar sus labios en la comisura de los suyos.
Hizo un sonido de molestia, mientras se dirigia al armario donde estaban las tazas y hacerla al menos un vaso de leche caliente.
Cuadno se lo llevo, estaba dormida. Dejó la bandeja con la leche y unas galletas encima de la mesilla de noche. La apartó un mechón de pelo que le caia por su rostro y besó su frente. Decidió cambiarse y meterse con ella en la cama. Ya hablaría con ella al día siguiente.
Se metió por el lado contrario, y con sumo cuidado de no despertarla la acurrucó entre sus brazos. Antes de darse cuenta se quedó dormido.


Cuando se despertó estaba entre sus brazos. Le miró. Levantó un poco la cabeza por encima de su cuerpo, las dos y media de la mañana, marcaba el despertador. Volvió a mirarle y se maldijo por preocuparle. En dos días empezaban su gira por el nuevo albúm y ahora estaría preocupado por ella.
Se deslizó con cuidado entre sus brazos, cogió un pijama limpio y se metió en el baño, cerrando la puerta con delizadeza. Abrió el grifo y se metió dentro. Dejo que el agua recorriera su cuerpo. Cerró los ojos y dejo caer su cabeza hacia delante. Notó su pelo caía por delante de ella, pegándose a su cara, a causa del agua.


Oyó el grifo abrirse, no sentía el calor de su cuerpo con el suyo. Abrió los ojos y se levantó.
Entro sigilosamente en el baño . Observó que tenía la cabeza caída hacia delante, oculta tras su pelo y el agua recorriendo su cuerpo desnudo. Decidió acorralarla  en ese momento. Se desvistió, y corrió con cuidado la mampara. Antes de que ella se diera cuenta, la tenia sujeta por la cintura con un solo brazo y la otra mano apoyada en la pared. Apoyo su barbilla con cuidado de no hacerla daño en su hombro. Despegó por un momento su mano de la pared y recogió las lágrimas de sus ojos
- Aún con la ducha no puedas engañarme, pequeña - susurró. 
Volvió  a poner la mano contra la pared y con el otro brazo la acercó más a él. En ningún momento buscó el contacto físico, sólo que sintiera que él estaba con ella.

Caos

El efecto dominó es odioso.
Llega a clase después de tirarte no sé cuantas horas estudiando y sin dormir, para llegar y sentarte. Querer cortar las cuerdas vocales a todos aquellos que andan gritando, que andan diciendo "voy a suspender" y luego la nota más baja es un siete. Querer tirarte de los pelos, porque ya tienes el examen en tu mesa, pero boca abajo y no puedes empezar. Y claro la hora y media ya no es una hora y media, sino una hora escasa. Después de sentir que todos tus órganos han cambiado de posición, ya puedes darle la vuelta y empezar al fin.
Y como las desgracias nunca vienen solas, añadamos un problema más, es que si no es demasiado fácil, hay que ponerle emoción a la vida ¿qué es la vida sin emociones? Una de tus compañeras suelta el bolígrafo, echa las manos a su cuello y deja caer su pelo por su rostro. Mal asunto. Ves que la de atrás intenta consolarla, pero la profesora dice que la deje sola para que encuentre ella su camino. ¿Qué ocurre? Que la de atrás empieza a ponerse de los nervios también, como antes no había ninguno, pues por no ser menos que los demás.
De momento pasas algo ajena a la situación. Pero mientras que desarrollas el tema, llegas a un epígrafe que patina. Dejas de escribir. Empiezas a rotar el bolígrafo entre tus dedos temblorosos. Se jodió. Algo te oprime en el pecho y grita por salir.
Ale, una medio acostada en la mesa, la otra al lado de la ventana, y la última dando vueltas en el pasillo, ell cual tiene grandes ventajas, contrapuestas (como no), a sus grandes desventajas. En el pasillo puedes dar las vueltas que quieras, estás sola prácticamente. Hasta que un/a profesor/a sube y te encuentra pululando por ahí. Como no tienes pocas preocupaciones y pocas ganas de nada encima eso. Lo único que se te viene a la cabeza es decirle que eres tremendamente imbécil, pero al final lo único que haces es apoyarte en el radiador y negar con la cabeza mientras te limpias las lágrimas. Pero claro, el inquilino que tienes delante de ti, no se da por contento, asi que pica en la puerta entreabierta y entra para obtener conocimientos de los ocurrido. ¿Qué panorámica se encuentra? A otras dos en la misma situación que la otra.
Asi que finalmente acabas en secretaria con los ojos hinchados como tomates encima de rojos, con una tila enfrente de ti y tus dos compañeras a ambos lados. Asi que acabais las tres, metiendose cada una consigo misma llamándose de todo menos guapas. 
¿Estudiar y pasarlo mal para esto? Me niego.

Oshiete yo kono itami iyasu no namida janaku

Dos. Y cada día me falta un pedazito más de ti.












Somewhere up there
You lost yourself in your pain
You dream of the end
To start all over again
http://www.youtube.com/watch?v=NTwYdiuQa34
And if all that can't hold you back
I'll jump for you.

With me?

Porque me quisiste, porque me cuidaste, porque me mimaste, porque me consentiste, porque me ayudaste, porque me cubriste.
Por tu tranquilidad, tu sonrisa, tus caricias, tu aroma, tus abrazos, tus palabras, tu alegria, tu preocupación, tu cariño, tu confianza, tu aguante, tu entendimiento.
Porque me criaste. Por ti. Gracias.



Si querer es aprender,
seguro que aprenderé,
hacer eterno el momemto de amarte.

Recta final.

Papeles, apuntes, fotocopias y más papeles, es casi lo único que puede apreciarse en (toda) mi habitación. Mañana empieza la estampida, por no decir, que empezó a principios de semana ya. Sigo pensando que ir el viernes no tiene sentido alguno. Que la gusta bien, que no, pues también; me sopla lo que pueda decir o pensar. ¿Qué soy un desastre perdido? Sí, pero no tiene derecho a juzgarme. Ya me ha jodido, ya me deshagogaré en un par de meses.
Tengo decidido irme. He de hablar con mi abuela y con mis primos y pasar allí al menos una semana.
Por otro lado, me gustaría ir a cierto sitio, pero por una parte me da miedo ir sola. Asi que a ver cuando puedo hacer una parada por allí. Necesito una llave ahora que lo piendo. Tsk.
En fin creo que empiezo a delirar. A más ver 

Acto

Hoy. Sí, hoy me graduo. El mundo anda acelerado y nervioso ¿yo? en absoluto. Un día como otro cualquiera, en el que la gente se viste con sus mejores trajes, con sus taconazos de diez centímetros y medio para disimular que sólo llegan al metro. Un día en el que las sonrisas son falsas, las palabras puñales y las miradas veneno. Realmente no es que haya mucha diferencia a cualquier otro dia. Bueno, una. Cenaremos todos juntos "en amor y compañia" acompañados de adultos "desconocidos", que se encargan de jodernos seis horas diarias. ¡Viva la falsedad!
Me reconforta saber que estará gente a la que quiero brindándome una sonrisa sincera y un caluroso abrazo. Simplemente gracias.

Contracorriente

Sus ojos gatunos se acostumbraron facilmente a la oscuridad. La brisa que llegaba desde la costa, enredaba su larga melena lisa morena con pequeños reflejos pelirojos.
Llevaba puesto un vestido negro de finos tirantes negros, lo cual dejaba ver su piel medio morena a través de sus brazos, inertes, a ambos lados de su cuerpo.
No caminaba, arrastraba los pies. Cabizbaja. Sin brillo en sus ojos verdes. Todo lo que la rodeaba había perdido, todo su posible sentido. No la quedaba nada. Todo le había sido arrebatado. Ya no tenía nada por lo que luchar. Solo se dejaba llevar hacia donde la guiaban sus pies. El alcantilado.

Al revés.

 La intranquilidad, el agobio y el nerviosismo se apoderan ya de mi. Aunque no vale la pena. Para mi ya no hay Junio. Es un hecho. Otro hecho es que me largo a Galicia nada más acabar las repescas. Una semana al menos, luego ya veré que hago con mi (mierda de) futuro tirada en el verde de "miña terra  ", mientras el aire puro desentoxica mis pulmones. Me da miedo porque una nueva etapa empieza. La gente marcha, vuelve, cambia y olvida. No quiero. Tengo miedo. ¿Por qué soy tan sumamente idiota? Creo que es defecto de fábrica. Eso no cambia.
Por otro lado casi tengo piso en Salamanca, pero como voy a boletos de la suerte, no merece la pena. A no ser que mire cierta cosa imposible para mi. Inútil. Aparte de que sería un sacrificio para mis padres. Queda totalmente descartado. No. Bueno, dentro de lo malo, malo acabaré dos años con mi abuela. Y creo que casi si me descuido, prefiero quedarme ya allí. De pintar no pinto nada en ningún sitio, asi que, aquí, allí, o en el Polo Norte con los pingüinos, que más da.















En mi piano a veces triste....