viernes, 29 de julio de 2011

Ame wa furiyamu koto mo naku boku wo tsutsunda.

The winter pretense is mild and holds me
I’m caught in your carries
And we wind you around me
My steps to nowhere
I scratch them from my memory
And try to approach the next season



Becasuse, you're everything I need.

jueves, 28 de julio de 2011

Más de 100 mentiras.

Tenemos silencio, tabaco, razones,
tenemos cenizas de revoluciones.
tenemos la niebla metida en los huesos,
tenemos el mal de la melancolia,
tenemos naufragios soñados en playas
de islotes sin nombre ni ley, ni rutina,
tenemos proyectos que se marchitaron,
crímenes perfectos que no cometimos,
y un alma en oferta que nunca vendimos.

 

miércoles, 27 de julio de 2011

Baby love.

Aquella tarde no había sido su tarde. Bueno, como todas últimamente. Cada día estaba más harta, más agobiada. Cada día su cabeza pensaba más y más locuras. Y en su corazón rondaba la duda de importale a alguien. No ayudaba el hecho que, él no estuviera allí.
Llegó a casa, tiró las cosas con rabia en el sofá y dirigiéndose a la habitación se dejó caer en la cama boca abajo. Su cuerpo se combulsió en un sollozo. Pataleó y golpeó los puños contra la cama. No, ¿por qué? ¿Por qué volvía a sentirse así? ¿Acaso sentir aquella aterradora sensación mil y una vez significaría que era correcta?
La necesidad de sentir sus brazos alrededor de ella, se hizo presente de sopetón. Se incorporó y se dirigió al salón, se ovilló como ella solía hacer y sacó el móvil de su bolso. Nada. No la había llamado todavía. Odiaba hacerlo ella, ya que podia pillarle en un mal momento. Pero ya que no podia verle, acariciarle, besarle o que su olor inundara sus pulmones, quería escuchar su voz. Abrió la tapa del móvil y marcó, pero antes de darle a la tecla de llamada, pensó qué estaba haciendo y borró el número. Pegó sus rodillas a su pecho y se abrazó a ellas apoyando la frente en sus rodillas.
http://www.youtube.com/watch?v=1dVhYOiYiuc
Miró la hora. Era tarde. No debía quedar mucho para el concierto. Quizá no había podido llamarla. Suspiró. Con mil pensamientos contradictorios en la cabeza, marcó de nuevo y llamó. 
- ¿Sí? - contestó su voz
- Pequeño... - susurró 
- ¿Qué pasa, cariño? - preguntó
En su voz, la chica pudo percebir un pequeño tono de preocupación. Se maldijo. Dejó que saliera un sonido de negación de sus labios, mientras movia la cabeza; aunque él no la pudiera ver, tenía esa manía.
- Pequeña... - susurró. Pero ese susurro llevaba un ligero tono de riña
- De verdad - le afirmó - sólo quería saber qué tal 
- Izumi, te conozco lo suficiente - respondió - Odias llamarme, lo sabemos. Te he dicho que puedes hacerlo, que no me importa, pero no lo haces por miedo a pillarme en mal momento. Si lo has hecho algo ha tenido que pasar - soltó el chico explicando su razonamiento. 
Maldita sea, pensó. ¿En que había estado pensando? Tenía que haber esperado. 
- La cabeza - soltó - me duele la cabeza. Ya conoces mis dolores de cabeza, y me iba a la cama ya. Para que no me pillaras diciendo demasiadas tonterias debido a que me pillarías dormida cuando lo hicieras tú, he preferido hacerlo yo - mintió. Esperaba que el chico la creyera.
Tras un leve silencio, la profunda voz del moreno, volvió a resonar
- Está bien - contestó, resignado 
- ¿Qué tal hoy? - preguntó ella, antes que el moreno se arrepintiera o cambiara de opinión 
- Algo cansados - respondió - hemos tenido problemas con una coreografía y la distribución. Hemos ensayado hasta hace nada y en tres cuartos de hora, concierto. ¿Tú, corazón? - preguntó 
No le gustaba mentirle, pero no podia decirle la verdad. 
- Nada del otro mundo - contestó - como siempre. Y ahora tenía pensado tomarme un ibufeno, un vaso de leche y meterme en la cama. 
- ¿Estás alimentándote? - preguntó, preocupado. Tenía que estar pendiente de ella en ese aspecto
- Sí, de verdad - contestó - además, puedes estar tranquilo, Hikari y Mika se encargan de ello 
Pudo notar la sonrisa en los labios del chico. 
- Voy a tener que agradecerlo personalmente - soltó él 
- ¡Sois tres contra uno! - protestó la chica. Aunque su tono estaba tintado de broma
 - Me da igual - no bromeaba - Tu alimentación no es algo con lo que vaya a jugar, Izumi - riñó
- Está bien, está bien. Lo siento - se disculpó
Miró el reloj. Sabía a que hora era el concierto, no le quedaba mucho y tendría que prepararse seguramente.
- Bueno anda - empezó a despedirse - reparte recuerdos por ahí y dadlo todo, como siempre -Animó
- Gracias - agradeció - y amor, cualquier cosa no dejes de llamarme
- Tranquilo. Lo haré - dijo - Te amo 
- Te quiero, pequeña. 
Su voz la había tranquilizado, aunqeu se sentía mal por haberle mentido no iba a preocuparle en medio de una gira. Era capaz de volver. No era justo. Sería muy egoista por su parte. 
Decidió meterse en la cama y dejar que un nuevo día llegara. Las últimas palabras del rapero golpearon su mente antes de cerrar los ojos y esperar a despertar en un nuevo día.

martes, 26 de julio de 2011

[ . . . ]

Siento ser la que sobra

lunes, 25 de julio de 2011

Come with me.

Uy, ¡pero qué digo! ¿Nadie me ha enseñado a no pedir cosas imposibles? Patético.
Los reclutamientos veraniegos no me sientan demasiado bien, creo. Lo jodido de todo el asunto, es que la culpa es mia. En fin, a eso ya no hay remedio.
Y aunque me fastidia dos pueblos y medio, y me sienta como una fiera enjaulada, agobiada, estresada y con ganas de matar a alguien; he leído. Por fin, he vuelto a leer. No de deboro las cosas como antes, pero bueno, algo es algo, supongo. También quiero volver a posar mis yemas sobre esas frías teclas blancas y negras. No sé cuando ha ocurrido todo esto, o por qué. Tampoco me importa, sinceramente. Sólo que he vuelto a recuperarme un poquito a mi misma, aunque me haya perdido por otro lado. Supongo que sea el efecto causa - consecuencia.
Hoy, bajo la ducha me he preguntado una cosa que no me había parado a pensar desde entonces ¿cuando empezó todo esto? Pues les he puesto fechas, es una auténtica bobada y un incontrolable infantilismo; pero me hacía ilusión. Ale, a más ver.














My steps go nowhere, 
I scrated it from my memory and try to approach the next season.

viernes, 22 de julio de 2011

Anhelo.

- No puedo - repitió de nuevo. 
Jake le cogió las manos, entrelazó los dedos y le sujetó los brazos por encima de la cabeza. 
- Mírame, cariño. Abre los ojos y mírame. 
Emma sacudió la cabeza sobre las sábanas. Sus dedos se aferraban a los de Jake, sus caderas sentían su cuerpo, que se movía dentro y fuera de ella, desesperada por liberarse.
- Emma, cariño, abre los ojos y mírame. Quiero que me veas. - Su voz se deslizó sobre ella como un tranquilizador bálsamo, le acarició la sensible piel como si se tratara de terciopelo, con ternura - Hemos omitido algo y lo necesitas. Yo lo necesito. 
- Me estoy volviendo loca, Jake. De verdad. Ella me está volviendo loca. - Gimió pegando las caderas a él, agarrándose, intentando conseguir un alivio cuando su cuerpo se negaba a dárselo. 
- Emma - le dijo Jake con suavidad - Ámame. Quiero que me ames. - Su voz sonó ronca y tierna. - Crees que estás separada de tu leopardo, porque hizo lo que tú consideras aborrecible, pero salvó a nuestro hijo. Me salvó a mi. Ella eres tú, Emma. Y tú me amas. Cada vez que me tocas, me amas. Mírame y deja que vea cómo me amas. 
Las calientes lágrimas le quemaban los ojos, pero Emmna se obligó a levantar los párpados y mirar a Jake. Había amor grabado en cada línea de su rostro. Estaba allí, en sus ojos. Jake se inclinó hacia delante y le besó la temblorosa boca mientras sus dedos le pegaban las muñecas a la sábanas. 
- Te quiero, Emma. Y afortunadamente, tú me quieres a mí. 
Jake continuó embistiéndola con fuerza, sumergiéndose profundamente, tirando de sus piernas hacia él y elevándole las caderas para conseguir el ángulo que deseaba, los ojos fijos en los de ella para que no pudiera dejar de ver el amor que había en ellos. 
Emma abrió los ojos de par en par, vidriosos, cuando el orgasmo la atravesó, destruyendo todo lo que era, haciéndola añacos con exquisito placer, haciéndola totalmente suya. Gritó cuando todos los huesos en su cuerpo parecieron fundirse en él, cuando compartieron la misma piel, el mismo cuerpo, la misma alma. 
Jake se vació en su interior al sentir que el placer lo atravesaba más allá de cualquier cosa que hubiera conocido. Se dejó caer y la abrazó con fuerza mientras el cuerpo de Emma se ondulaba y mecía a su alrededor. Hundió el rostro, caliente por sus propias lágrimas, contra su garganta, marcada por heridas que había recibido defendiendo a su hijo. 
Emma le acarició el muslo. Le acarició la cicatriz con los dedos. 
- Te quiero, Emma. No puedo vivir sin ti ni quiero hacerlo. No podemos separar el amor del sexo. Tú me enseñaste eso. No importa que nos sintamos como felinos, rudos y bruscos, o más como mi Emma, tierna y dulce, estamos haciendo el amor. Estamos destrándonos el uno al otro nuestro amor. Es lo mismo. Tú nos salvaste la vida con tu coraje. Y me diste el coraje necesario para amarte.




~ Embrujo (Christine Feehan) ~




miércoles, 20 de julio de 2011

Me against the world.

¿Por qué?¿Por qué vuelvo a sentirme así? Extraña. Ajena a todo. Borde. Cero a la izquierda. Irascible. Pasota. Rabiosa. Resumido, humor ácido.
Algo tira de mi, sin saber qué. Ese agujero negro, profundo, sin final. Un final que no soy capaz de ver. Aunque me escabulla, las mañanas prefiero pasarlas tiradas en la cama. Abrazada a mi almohada, sumergida en mis propios sueños. Perdida entre las sábanas de mi cama. Sin que nadie me moleste, me grite o me diga lo que tengo que hacer. Total, de estar encerrada, mi cama es el mejor sitio. Mi mundo.




















"Nos conocimos al tiempo, tú, el mar y el cielo" 

Volver a empezar.

Basta. Estoy fuera. De los recuerdos. Del pasado. Pero también estoy perdido. Antes o después las cosas que has dejado atrás te alcanzan. Y las cosas más estúpidas, cuando estas enamorado, las recuerdas como las más bonitas. Porque su simplicidad no tiene comparación. Y me dan ganas de gritar. En este silencio que hace daño. Basta. Déjame. Ponlo todo de nuevo en su sitio. Así. Cierra. Doble vuelta de llave. En el fondo del corazón, allí, en la esquina. Aquel jardín. Algunas flores, un poco de sombra y después dolor. Ponlos allí, bien escondidos, te lo ruego, donde no duelan, donde nadie pueda verlos. Donde tú no los puedas ver. Eso. Otra vez enterrados. Ahora está mejor. Mucho mejor.

lunes, 18 de julio de 2011

Vuelve, que el tiempo pasa y yo te echo de menos.

Te levantas. Frío. Desconcertado, confuso, sin saber qué hacer, ni siquiera dónde estás. Llevas la mano a la cabeza intentado recordar. Dolor. Recuerdos que se agolpan, todos los que quieres recordar. Buscas los que quieres sin encontrarlos. Mareo. Todo te da vueltas. Te sientas, tus ojos por fin se adaptan a la oscuridad. Intentas mantener la calma, y poco a poco empiezas a recordar todo lo que pasó y dónde estás. Recuerdas los gritos, los lloros, los reproches, las palabras sin sentido, queriendo volver atrás. Impotencia, angustia, dolor, frustración, sentimientos que agolpan. Oscuridad. Silencio.
 Esa fría y oscura sensación...

domingo, 17 de julio de 2011

Let me down.

Because the dreams can be broken.


They can give forces to continue, but also they can burn how ashes of a phoenix.





sábado, 16 de julio de 2011

Kimi to boku no miteiru fukei.



 Los "vamos al paque" a las seis de la tarde todos los días, el "me haces una totilla con jamón como tú sabes?" por la noche tirada en el sofá, los "quiero leche" a todas horas, todos los días; "poneme los zaquetines" antes de irme a la cama, "¿cuando vuelve mamá?" todos los días durante mis tres primeros años, los "quiero celeales" acompañados de tus risas por mi forma de decirlo a la hora de desayunar.
Por todo eso que he vivido junto a tu lado, que no volveré a vivir, que echo de menos, que está grabado en mi a fuego lento; gracias.
Cógeme de la mano fuertemente y llévame donde estás. Junto a ti.

jueves, 14 de julio de 2011

Rebelde sin causa.

¿Qué estaba haciendo? Comportarse como una cría estúpida. Decepcionando su confianza. Después de todo lo que la habían ofrecido y proporcionado, ella se lo agradecía así. No se sintió orgullosa de lo que había hecho. Aceptaría el castigo sin rechistar, se lo merecía. Disculparse no sería suficiente; no para todo aquello que había traicionado. 
Nada iba bien en su interior. Realmente nunca nada había ido bien en ella. Pero aquello era caso aparte. Llevaba meses sin ser la misma; o pasaba de todo o se emparanoiaba con cualquier chorrada. Así iban las cosas. Esperaba que algo la ayudara a encaminar el camino correcto.

Matte.

¿Angelo? -pregunto, incrédula
Juraría q la sombra sonríe, pero claro no puedo estar muy segura.
- También te dije que podía pasar al estado espiritual si lo deseaba-dice él- No a menudo claro; porque no estoy tan en forma como en el pasado, y esto requiere mucho esfuerzo y unas energías que ya no me sobran. Pero se da el caso de que esta vez lo deseaba de verdad
- ¿por qué? -m atreví a preguntar
- Para poder hacer esto- responde tras un breve silencio, y m abraza de pronto envolviéndome con sus alas, casi con toda su figura. Reprimo una exclamación de sorpresa. Lo noto, lo siento y es mucho más intenso de lo que había imaginado. Nunca pensé que diría esto, pero ha sido el mejor regalo que me han echo nunca. Cierro los ojos y me dejo llevar por la esencia de Angelo, demoníaca, de acuerdo, pero su esencia al fin y al cabo. No hace mucho pensé que me moriría por un abrazo. Es como si m hubiese leído la mente. Porque se trata, probablemente, del último abrazo que recibiré en mi corta existencia. Del abrazo que llevaba tanto tiempo necesitando y que nadie había sido capaz de darme. Y se lo debo a él
- Gracias -murmuro
- ¿por qué?- me pregunta- No lo he echo por ti. Lo he echo porque me apetecía. Soy yo quien tiene q darte las gracias.
Esta vez m toca a mi preguntar la razón.
- Por mi culpa te han capturado, disparado, torturado, amenazado y por poco te matan. No me debes nada.
- te debo más de lo que te imaginas -responde él, ante mis sorpresa- Hacía siglos que no había vivido unos días tan interesantes. Hacía siglos que nada estimulaba mi imaginación, que no hablaba así con nadie. Para seres como nosotros, el aburrimiento es el peor de los males. Y tú, conscientemente o no, me rescataste de él, cuando entraste aquélla noche en aquel pub y m pusiste tu espada en el pecho. Por eso...te deseo lo mejor, por eso creo, sé que te voy a echar de menos. Aunque seas humana Me quedo sin habla, porque no estaba preparada para oír eso de él. No sé si es el momento adecuado, no sé si quiera si vale la pena hacerlo, pero tengo q decírselo...tengo que decirle lo que siento ahora, porque no habrá ninguna otra más. Y aunque a él no le importe, aunque no sirva de nada, necesito hacerlo...antes de desaparecer para siempre de este mundo.
Y lo intento, pero; no es que mis primeras palabras sean un prodigio de elocuencia
- Pero yo...tú...tú sabes que yo...
No soy capaz de seguir. Sin embargo, Angelo parece entender porque alza la mano que parece echa de las más oscura tiniebla, y acaricia con ella mi rostro fantasmal, haciéndome callar por un instante.
- Lo sé, y lo acepto-responde- lo sé y lo comparto. En cierto modo. No lo mismo que tú, claro, porque somos diferentes, y te llevo cerca de un millón y medio de años de ventaja. Tampoco estaba preparada para que me dijese su edad. No se lo he preguntado, y en el fondo no quería saberlo, porque es una cifra demasiado abrumadora, demasiado impresionante. Y eso que es de los jóvenes...
- pero lo comparto -prosigue- y por eso quiero desearte buen viaje y hacerte una promesa. Y ten por seguro que la cumpliré.
-¿de qué se trata?- pregunto pero el túnel de luz tira de mi y me arranca de los brazos inmateriales de Angelo. En lugar del rostro que jamás olvidaré, ahora m muestra solo un contorno, una sombra. En lugar de esos ojos grises como un cielo tormentoso , ahora no veo más que dos rendijas rojas. Pero es él, lo sé. Su verdadera esencia . Y tenía razón: la temo y una parte de mi la odia. Pero es parte de mi ser. Es parte de la naturaleza del mundo, y por eso tb en cierto modo; la amo. Y por ese motivo , comprendo de pronto, se me hace tan difícil partir.
- ¿de qué se trata?-insisto mientras la fuerza del túnel se esfuerza en separarnos, mientras nuestras manos permanecen enlazadas por última vez .
Pero Angelo sonríe.
- ¡Angelo!
Y sólo cuando nos soltamos por fin, y mi mano fantasmal se desliza fuera de la suya...sólo cuando le doy la espalda para encarar el túnel, cuando soy apunto de ser tragada por él, resuena su promesa en lo más profundo de mi mente y de mi corazón:
- Te esperaré


- Laura Gallego García - 

miércoles, 13 de julio de 2011

Nunca se para de crecer, nunca se deja de morir.

Mi corazón roto como una ola
Mi corazón se sacude como el viento
Mi corazón se desvanece como el humo
Es imposible de borrar como un tatuaje

http://www.youtube.com/watch?v=MzCbEdtNbJ0&feature=related
Día a día me voy apagando

sábado, 9 de julio de 2011

Kuroi.

Inmediatamente después de la ducha, encendió un cigarrillo. Su pelo estaba más mojado que húmedo, por lo que empapaba la toalla que tenía cubriéndola. Pero a esas alturas todo la daba igual. Casi nada, por no decir nada, merecía la pena.
Llevaba casi cuatro desde aquello y nada había sido igual. Reía por reir, oía sin escuchar, miraba sin ver. Los días eran largos y pesados. Las noches, infiernos continuos; las pesadillas no dejaban de aparecer a su antojo.
Dejó escapar la nicotina de sus pulmones, de la última calada que había dado. Se acercó a la ventana y apoyó su codo en el alfeifar, al tiempo que su mano hacia de apoyo a su cabeza. 
Si nunca había significado nada, eso ahora, no cambiaría.  

viernes, 8 de julio de 2011

Kimi to tomo ni.

Era su cumpleaños, aunque sabía que ella eso empezaba a llevarlo mal, no iba a quedarse de brazos cruzados.
Al fin tenía el regalo, aunque se había vuelto loco para conseguir lo que queria, lo habia conseguido recorriendose medio Japón.
Había salido con sus amigas por ahí, eso le ayudaría para preparar la cena y que fuera una sorpresa, se puso manos a la obra antes de que ella llegara.




La noche estaba estrellada, la luna creciente, y una pequeña brisa azotaba su pelo. Había pasado casi todo el día con ellas. Se habían puteado unas con otras tanto jugando al UNO, como incidiendo en sus "debilidades", habían reido hasta llorar, peleado por no salir en las fotos, pero refunfuñando que era obligatorio hacerlas para tener recuerdo material. Aquella era el tipo de tardes por las que merecia la pena sonreir. Ellas, y los ojos claros que tanto amaba.
Había sacado las llaves de la puerta, mientras subia los dos escalones que había antes de llegar a la casa. Cuando abrió, todo estaba oscuro y en silencio. "No estaría en casa", pensó. Suspiró. Dejó las llaves en el llavero de la entrada y extendió la mano para poder dar al interruptor, pero algo la detuvo.
 - Quieta, pequeña - la susurró abrazándola por detrás.
La había sobresaltado, pero sonrió. Se recostó en su hombro y cerró los ojos.
 - Tadaima - susurró aspirando el aroma del chico.
Dejó el bolso en el mueble de la entrada y se descalzó. Iba a girarse, pero las manos del moreno sobre su cadera, la detuvieron.
- Ven - susurró empezando a caminar
Subió el escalón de la entrada y llevó sus manos sobre las de él.
 - ¿Qué pretendes? - preguntó, curiosa.
Aunque sus ojos se habían acostumbrado a la oscuridad de la casa, no podia ver nada fuera de lo normal. Antes de que intertara averiguar nada más, la mano del chico tapó todo campo de visión.
 - Cierra los ojos y no mires - la dijo deteniéndose
 - Pero....
 - Izumi - la cortó él, tanjante
 - Vaaaaale - accedió resignada, cerrando los ojos - Cerrados - le informó
El chico se separó de ella, y la miró. Se acercó a la mesa del salón y empezó a encender las velas. Dejando una tenúe iluminación. Observó la mesa para que todo estuviera perfecto.
 - Puedes abrirlos - la dijo, sin moverse.
Los abrió poco a poco. Estaba en frente de la mesa del salón, iluminada por velas esparcidas por ella, decorada con rosas blancas y rojas. Sonrió como una tonta.
 - Sho - susurró, sorprendida.
 - ¿Te gusta? - preguntó acercándose a ella. 
Por toda respuesta, la chica estiro sus brazos para enroscarlos alrededor de su cuello, y le besó. Al separase, le abrazó. 
El chico la separó de de él con suavidad, la miró a los ojos y sonrió. 
 - Ven - volvió a mandarla cogiéndola de la mano - quieta aquí un momento - dijo empujándola para que se sentara en el sofá. 
Entró en la habitación unos instantes que, a la chica le parecieron eternos. Al salir, sujetaba algo parecido a una caja entre sus manos. 
 - Felicidades, mi pequeña - la felicitó teniéndole la caja. 
Aunque todo aquello la parecia perfecto, le miró con desaprobación. Cogió el regalo que la tendia, y dejándolo entre sus piernas, emepzó a desenvolverlo con cuidado. Dentro de esa caja más grande, había una cajita más pequeña, en forma de corazón con una ruletita dentro de ella, y una bailarina al lado. Pasó la yema de sus dedos por la tapadera, antes de abrirla. En el momento que lo hizo, una melodia empezó a salir dentro de ella. No se lo podia creer. "Love So Sweet". Le miró sorprendida. ¿Cómo diantres había conseguido aquello? Antes de darla tiempo a reaccionar, él colocó a la bailarina en la ruletita, y ésta, empezó a moverse alrededor.
Dejó la cajita musical encima de la mesa, y se tiró encima de él. Fusionó sus labios en un roce profundo. Pero unas lagrimillas de felicidad, escaparon de sus ojos. Al notar estas lágrimas, él la separó de sus labios y la miró, interrogándola. 
 - Es precioso - contestó a su pregunta muda, sin separarse más de lo necesario.
Volvió a besarlo. La cajita seguía sonando. El silencio de ésta, hizo que la chica se separara de los roces del chico, volvió a darle cuerda y se acurruco entre sus brazos, abrazándole a él y mirando la caja. 
El moreno sonrió. La abrazó con un brazo, mientras la mano libre la acariciaba el pelo. 
 - Veo que te ha gustado - comentó - me alegro.
Afirmó con la cabeza. 
 - Es precioso - contestó - Todo - matizó - Es nuestra canción, ¿cómo no iba a gustarme? - respondió más enfáticamente. Pero esa pregunta la recorria. Se mordió el labio inferior, y la formuló - ¿Cómo lo has conseguido? 
Sonrió. Sabía que lo preguntaría tarde o temprano. 
 - Recorriéndome medio Japón - confesó - y la tecnología - añadió - Modifiqué la melodía sin nuestras voces y mandé añadirla. 
Se incorporó un poco y le miró a los ojos. 
 - Gracias - le agradeció.
 - No me lo agradezcas, pequeña. - contestó, pegándola más a él y estrechándola entre sus brazos con fuerza. 
Se empinó un poco hacia arriba y fusionó sus labios con los de él, una vez más. Mientras su melodia, resonaba por toda la casa.

miércoles, 6 de julio de 2011

Silent Sream.

Aquella chica era algo cabezona, aunque sabía que era inútil, estaba dispuesta a intentarlo. Pero era tarde. Se había acabado. Aunque fuera en vano, la imposibilidad de intentarlo no la dejó un buen sabor de boca precisamente. La impotencia y la rabia recorrió su cuerpo. Sus puños se cerraron solos, con tanta fuerza, que las pocas uñas que tenía se habían clavado en la palma de su mano. Mordió uno de ellos para no gritar. Si cuadno decía que era estúpida perdida, no era por nada. 
Abrió la ventana para que el aire golpeara su cara y la espabilara un poco. Sólo entonces se percató de sus uñas clavas en su mano. De desentumeció los dedos y movió las manos doloridas. 
Se tiró en la cama, cerró los ojos y suspiró. Mañana sería un nuevo día. Suponía.